7 buenas razones para hacer del tahini un producto habitual en tu cocina
Protegerá tu corazón, equilibrará los niveles de azúcar, te protegerá de enfermedades y además de todo esto, combinará elegantemente tanto con dulces como con salados. Te hemos resumido todo lo bueno que te ofrece la tahina
Tahini: ¿engorda o es saludable?
Por un lado, el tahini crudo contiene alrededor de un 60% de grasa y en 100 gramos de tahini puedes encontrar más de 600 calorías. Por otro lado, la tahina contiene cantidades respetables de grasas insaturadas, proteínas, minerales como: calcio, zinc, fósforo, manganeso, magnesio, potasio y vitaminas del grupo B.
Tahini es un componente esencial de las dietas altas en grasas, como la dieta cetogénica o paleo. En otro tipo de dietas, cuando el objetivo principal es la pérdida de peso, se recomienda no superar las 2 cucharadas de tahini al día.
Tenga en cuenta: el tahini real está hecho 100% de sésamo molido. Pero hay que recordar que existen diferencias significativas entre los fabricantes.
Hay 2 tipos principales de tahini:
Tahini blanco normal – hecho de sésamo blanco.
Tahini de sésamo entero – como su nombre indica, hecho de sésamo sin pelar.
Las principales diferencias entre los dos tipos se expresan tanto en sus valores nutricionales como en su sabor. Entonces, para el beneficio de aquellos que aún no lo han probado, aquí está:
7 razones para hacer del tahini un producto básico en tu cocina:
Rico en calcio
Como se mencionó, el tahini es una excelente fuente de calcio, especialmente para los veganos. De hecho, dos cucharadas de tahini crudo elaborado con semillas de sésamo enteras tienen alrededor de 230 mg de calcio, casi una cuarta parte de la ingesta diaria de calcio recomendada para mujeres de hasta 50 años.El alto contenido de calcio y magnesio en el tahini – ayuda, entre otras cosas, a construir y fortalecer los huesos.
Rico en antioxidantes
El tahini es rico en antioxidantes llamados lignanos, que ayudan a prevenir el daño de los radicales libres que pueden causar una variedad de enfermedades. Los lignanos contenidos en el tahini pueden, entre otras cosas, reducir el riesgo de cáncer y proteger el hígado del daño de los radicales libres.
Mejora el perfil de lípidos en la sangre
Los estudios muestran que el consumo de sésamo y tahini puede reducir el colesterol y los triglicéridos, que son los principales factores de riesgo de enfermedades del corazón.
Un estudio realizado en cincuenta personas con osteoartritis encontró que los sujetos que consumieron tres cucharadas de semillas de sésamo diariamente, durante dos meses, además del tratamiento estándar, mostraron una disminución significativa en el colesterol y los triglicéridos en comparación con aquellos que recibieron el tratamiento pero no consumieron sésamo.
Otro estudio, realizado durante seis semanas en 41 personas con diabetes tipo 2, encontró que en los sujetos que reemplazaron parte de su desayuno con dos cucharadas de tahini, hubo una disminución significativa en los niveles de triglicéridos en comparación con el grupo de control.
El tahini contiene una cantidad generosa de grasas monoinsaturadas, que ayudan a reducir el colesterol, además de fitoesteroles y lignanos, que también se ha demostrado que son eficaces para tratar el colesterol “malo” (LDL).
Tiene propiedades anticancerígenas
Las semillas de sésamo, de las que se elabora el tahini, contienen compuestos que pueden tener propiedades anticancerígenas. Entre otras cosas, contienen antioxidantes como la sesamina y la sesamulina, que según varios estudios realizados en animales, pueden eliminar las células cancerosas y ralentizar el ritmo de crecimiento de los tumores cancerosos. Sin embargo, se necesitan más estudios en humanos para confirmar las conclusiones.
Tiene propiedades antibacterianas
El tahini y el sésamo tienen propiedades antibacterianas, probablemente debido a la gran cantidad de antioxidantes que contienen. Un estudio particularmente prometedor encontró que el extracto de semilla de sésamo fue efectivo contra el 77% de las muestras de bacterias resistentes a los medicamentos analizadas.
Ayuda a combatir la inflamación.
Muchas veces, las inflamaciones crónicas son la fuente del desarrollo de la enfermedad. La buena noticia es que ciertos nutrientes pueden combatir las afecciones inflamatorias, como las semillas de sésamo, el principal componente del tahini. Los estudios muestran que los antioxidantes contenidos en el tahini pueden aliviar la inflamación y el dolor asociados con las lesiones, así como las infecciones pulmonares.
Es bueno para la salud de la piel.
El tahini es rico en grasas saludables que aumentan la absorción de vitaminas liposolubles como la vitamina A y la vitamina E, que son esenciales para prevenir los signos del envejecimiento. También contiene zinc, que es esencial para la creación de colágeno, que es responsable de la elasticidad de la piel.
En otras palabras, comer tahini puede contribuir a una piel flexible y brillante.

No solo con hummus
Aunque suele acompañarse con hummus, lo cierto es que se puede combinar con una larga lista de comidas, saladas y dulces. Aquí hay algunas ideas:
Aderezo para ensaladas: el tahini va bien como aderezo para ensaladas picadas o verduras cortadas. Puedes usar tahini crudo o mezclar cantidades iguales de tahini y agua, junto con jugo de limón y ajo.
Untables en una variedad de colores: además del tradicional tahini para untar, puede moler el tahini junto con una variedad de coberturas. Por ejemplo, remolacha hervida u horneada (que crea un tahini morado y atractivo para los niños), mucho perejil para un tahini verde, boniato al horno para un tahini de naranja y dulce o pimiento rojo asado para un tahini rojizo.
Sinaia: un plato increíblemente delicioso del Medio Oriente, que consiste en carne picada, tomates y piñones cubiertos con salsa tahini.
También tiene versiones veganas, que contienen vegetales como la coliflor o cuando los corazones de alcachofa reemplazan la carne.
Halva para untar, que se puede preparar de manera simple: mezcle cantidades iguales de tahini crudo y silan (jarabe de dátiles)
